martes, 14 de octubre de 2003

La historia oficial

Para la municipalidad de Santa Fe la inundación de la ciudad igual se hubiese producido si el tercer tramo de Circunvalación Oeste estaba construido. Deforestación, siembra intensiva, canalizaciones y obstáculos artificiales al escurrimiento del río, serían las causales de la catástrofe.

La pregunta 7 del extenso pedido de informes del Concejo Municipal apuntaba a conocer la versión oficial sobre, “cuales fueron las razones por las cuales el agua ingresó al sector oeste de la ciudad”, y a criterio del Intendente, “cuales fueron las imprevisiones que se tuvieron como para no evaluar que ese riesgo existía”.

El planteo de los concejales recoge una impresión generalizada entre especialistas y vecinos, esto es: que la defensa faltante en el tramo final de la Circunvalación Oeste, sobre calle Gorostiaga, fue el talón de Aquiles de la ciudad, por donde ingresó el torrente del río Salado.

La vulnerabilidad de este sector, fue ampliamente analizada por los ingenieros Juan Pablo Acuña, Roberto Contini y Pablo Hillar, en el artículo: “La catástrofe pudo evitarse”, publicado recientemente en datasantafe. También surge con claridad de la memoria descriptiva del proyecto ejecutivo del tramo II de la avenida circunvalación, donde se advertía la necesidad de un cierre provisorio en caso de crecidas extraordinarias (ver Todos conocían el talón de Aquiles de la ciudad)

Contrariamente a estas apreciaciones, entre muchas de similar tenor, la municipalidad de Santa Fe considera que, “existen razones objetivas para pensar, que aunque hubiese estado construido el tercer tramo de la Av. de Circunvalación Oeste, Gorostiaga-Ruta Nacional N° 11, la inundación se hubiese podido producir con igual virulencia”, según puede leerse en la respuesta elaborada por los responsables de las direcciones de Estudios y Proyectos e Ingeniería.

Para llegar a esta conclusión, los técnicos de la municipalidad señalan que, la falta de una política hídrica en la provincia, “ha hecho que contrariamente a lo que postula la ciencia hidrológica, se efectúen canales aguas arriba de la cuenca(del Salado), sin modificar la situación aguas abajo”. Esta situación se suma, a las lluvias inusitadas, la ampliación de la frontera agropecuaria y los asentamientos en zonas inundables, como “eslabones de una cadena de hechos” que provocó “el inusitado pico de creciente sufrido, y que al estar la ciudad en el punto extremo de la cuenca, sufra las consecuencias directas” por todos conocidas.

El trabajo hace especial hincapié en el efecto que produjo el puente de la Autopista Santa Fe-Rosario. “El gran caudal de agua que descendía por el valle de inundación, con un frente de aproximadamente 3 Km. al encontrarse con la autopista, que en ese tramo estrecha el valle a aproximadamente 800 m con un puente para el pasaje del mismo de 150 m de luz, produjo un efecto endicamiento, que generó una sobre elevación de los niveles del río aguas arriba”.

Como resultado de estas limitaciones al escurrimiento del Salado, se verificaron alturas de 8,47 m sobre calle Gorostiaga y de 9,48 m a la altura de Teniente Loza, “las que hubieran sido superiores de haber existido el cierre completo, que producía el acceso Norte”.

En consecuencia, según la municipalidad, “de haber estado construido el acceso Norte, con la misma configuración de secciones en la Autopista y en las vías del ferrocarril, existe la posibilidad que las alturas del remanso aguas arriba de las mismas, hubiese superado las defensas, como de hecho hubiese sucedido con las cotas determinadas a la altura de Tte. Loza”.

Una conclusión inquietante, para una ciudad que aspira a recuperar su seguridad, con la construcción del tercer tramo de la Circunvalación, también conocido como Acceso Norte.


Autor: Pablo Bosch para Datasantafe

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