El 29 de abril de 2003 el gobierno provincial dictó un decreto que recomendaba a los habitantes de la zona inundada permanecer en sus hogares. Esta decisión paralizó una orden de evacuación que hubiera salvado muchas vidas. Al igual que Marcelo Alvarez, el ex gobernador Carlos Reutemann, conspiró contra las chances de supervivencia de muchos santafesinos.