La cifra representa el 17,5% de los jefes de hogar en la zona afectada. Hasta el momento el IPEC empadronó a 81.528 personas residentes en 22.968 hogares inundados.
El Instituto Provincial de Estadística y Censo (IPEC) elevó al Gobernador el Informe N° 58 en donde se vuelcan los resultados del empadronamiento de inundados de la ciudad de Santa Fe realizado, puerta a puerta, en los centros de evacuados, en la convocatoria por carta y a través de las escuelas. El trabajo arroja como resultado, que 81.528 personas residentes en 22.968 viviendas, fueron afectadas por la crecida del río Salado. Esta cifra va a crecer cuando se incorporen los resultados del censo residual que comenzó la semana pasada.
Pese a que el aglomerado Gran Santa Fe no fue incorporado a la última medición de desempleo, el empadronamiento de inundados permite conocer que 4.184 personas perdieron su trabajo a causa de la emergencia hídrica, lo que representa el 17,5% de los jefes de hogar residentes en el área afectada. El cuadro social además se agrava, si se considera que durante la inundación 8.179 jefes de hogar no recibieron ningún ingreso monetario. Estos datos, son el único indicador laboral existente de la ciudad, junto a las altas y bajas de empleo formal relevadas por la Secretaria de Trabajo.
Como se recordará, en la región centro norte de la provincia durante el primer semestre de 2003, se inscribieron 6.051 nuevos puestos de trabajo, frente a: 3.326 despidos, 88 suspensiones, 357 renuncias y 347 retiros voluntarios.
Cuantificar el desastre
El Informe N°58 del IPEC revela que los barrios con mayor número de personas afectadas fueron: San Lorenzo (9.113); Centenario (8.642); Santa Rosa de Lima (7.225); Sarmiento (5.753); Roque Saenz Peña (5.519); U.P.L Barranquitas (4.443); y 12 de Octubre (4.067).
En lo que respecta a las viviendas inundadas: 15.111 tuvieron agua en su interior por más de ocho días; 2.082 entre seis y ocho días; 4.880 entre dos y cinco; y 895 menos de dos días; lo que hace un total de 22.968. El dato es muy significativo, porque anticipa que las dos terceras partes de las viviendas afectadas, puede sufrir en el corto o mediano plazo importantes daños en su estructura.
A esto debe agregarse que en 10.719 casas el agua alcanzó una altura superior a los tres metros; en 5.301 entre dos y tres metros; en 3.368 de uno a dos metros; en 1.871 entre un metro y cincuenta centímetros; y solo en 1.709 viviendas menos de medio metro.
Por ello, no debe sorprender que 6.801 hogares – el 28,4% de la zona inundada - hayan respondido que desean trasladarse a otro lugar de residencia. De existir esa posibilidad el mayor éxodo se daría en barrio San Lorenzo, Centenario, Santa Rosa de Lima, Sarmiento y 12 de Octubre. Pero esta voluntad por el momento se ve limitada por el escaso número de viviendas que el gobierno anunció construir.
Respecto al tipo de viviendas afectadas, 18.637 son casas; 2.804 departamentos; 1.372 ranchos; 79 piezas de inquilinato; 13 piezas de hotel o pensión; y 13 en locales adaptados para habitación.
El escape
Uno de los datos más reveladores es el vinculado a las distintas estrategias de supervivencia desarrolladas por las familias inundadas. De los 23.920 hogares afectados, más de la mitad optó por la autoevacuación (15.058). Con algún integrante autoevacuado hubo 1.278 hogares. Por los centros de evacuados pasaron 5.186 familias. En tanto que 1.844 hogares decidieron quedarse en un primer piso o en el techo de su casa. El resto de los grupos familiares (554) enfrentó la situación como pudo con distintas alternativas.
Autor: Pablo Bosch para Datasantafe
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