Las pérdidas totales podrían superar los 1500 millones de dólares. Con 100 mil dólares se podría haber evitado gran parte del desastre. Desde 1989 el gobierno menemista desactivó los sistemas de alerta contra inundaciones en el río Salado.
Las inundaciones en la provincia de Santa Fe podrían llegar a generar un daño económico superior a los 1500 millones de dólares. La cifra fue lanzada por los especialistas de la Fundación Libertad, una entidad regional con sede en Rosario a la que se considera cercana al reutemanismo.
La enorme dimensión de estas primeras estimaciones puede causar cierto asombro, sin embargo, los economistas que la elaboraron creen que. en realidad. el panorama podría llegar a ser aún peor.
“La estimación optimista es de 1500 millones de dólares contemplando todo y en el mejor de los casos. Pero hay otras estimaciones que hablan de 2000 millones”, explica Salvador Di Stefano de la Fundación Libertad. Esta es la primera cifra global que intenta mensurar la dimensión de las terribles inundaciones que sacuden a la zona.
Otros especialistas prefieren no arriesgar números por el momento. “Aún no tenemos cifras. Lo que si vemos es que desde el punto de vista del daño a la economía esto va tendiendo a convertirse en la peor catástrofe de la historia argentina” afirma Rogelio Pontón, director del Instituto de Estudios de la Bolsa de Comercio de Rosario. Desde el IERAL Litoral de la Fundación Mediterránea, el economista Tulio Ceconi también prefirió no precisar números. “Estamos haciendo algunas evaluaciones pero es indudable que será muy importante”, sostiene.
El total del producto bruto de la provincia de Santa Fe es de alrededor de 10 mil millones de dólares. Por lo tanto, comparando ambas cifras, algunos economistas creen que las inundaciones podrían provocar una retracción en la economía de la segunda provincia argentina que podría estar en el orden del 10 por ciento.
Los sectores del establishment económico y político local creen que la única forma de hacer frente a la situación será mediante un fuerte compromiso del gobierno nacional y el apoyo de los organismos multilaterales.
“Santa Fe no emitió bonos, como si hizo la provincia de Buenos Aires por casi 2500 millones de pesos, tampoco tiene banca pública a la que se le dieron 12500 millones de pesos en redescuentos. Contrariamente, la provincia contribuye con cerca de 1500 millones de pesos anuales al equilibrio de las cuentas del Estado nacional mediante las retenciones a la producción agropecuaria santafesina y la Nación a su vez le debe 790 millones de pesos. En este marco la Nación debe ahora necesariamente arreglar la situación que tiene Santa Fe”, dice Di Stefano. “Si la Nación hace lo que debe hacer podría tener algún impacto sobre las cuentas del Estado Nacional pero si no lo hace para Santa Fe será dramático”, concluye. Mientras que desde la Bolsa de Rosario, Pontón sostiene que “esperamos que llegue una ayuda significativa del gobierno nacional que hasta ahora no esta llegando en la medida de lo necesario”.
Indemnizaciones
Las inundaciones dejaron bajo las aguas un tercio de la capital provincial afectando a 130 mil habitantes y dejando un número aún desconocido de víctimas fatales. Se perdieron viviendas, infraestructura, empresas enteras, herramientas y capital de trabajo. Algunos ya prevén que el Estado deberá hacer frente a cuantiosas indemnizaciones ocasionadas por la grosera impericia de funcionarios provinciales y municipales. “Es muy claro que faltó previsión” dice Tulio Ceconi del IERAL de Fundación Mediterránea.
“Vamos a asistir a indemnizaciones de una cantidad de gente impresionante. Hay 14 barrios bajo el agua. Gente que perdió la casa, su empresa, su capital de trabajo. Esto va a obligar al Estado a desembolsos muy importantes que es muy difícil de mensurar hoy”, sostiene Di Stefano.
En la ciudad de Santa Fe habrá que mudar de lugar barrios enteros. Reconstruir viviendas, recomponer el sistema energético, gasífero, cloacal, de red vial y telefónica. Reconstruir parte del aparato sanitario ya que varios de los principales hospitales fueron inundados.
La situación creará a su vez un “efecto pobreza” repentino sobre el Estado provincial y municipal y las empresas privadas. Sobre el Estado, porque mucha gente dejará de pagar impuestos y paralelamente deberá aumentar sus gastos para hacer frente a la emergencia. Y sobre las empresas privadas debido a que el consumo descenderá fuertemente sobre todo en aquellas áreas más castigadas.
En el sector agrícola las aguas afectan a cerca de 2 millones de hectáreas totalizando pérdidas que exceden los 300 millones de dólares sostienen los economistas de la Fundación Libertad Y según un informe del ministerio de Agricultura de Santa Fe existe un millón de toneladas de soja comprometidas por las inundaciones. A eso debe agregarse la salinización y empobrecimiento de los suelos que podrían impactar sobre los futuros cultivos.
La provincia cuenta con un plantel de 5,9 millones de cabezas de ganado bovino. De este total, se estima que 3,5 millones están afectadas por el agua, en potreros inundados, sin pasturas y con dificultades en las reservas de forrajes. Eso acarreará pérdidas tanto en la cantidad como en la calidad de los animales.
La producción láctea de la principal cuenca lechera con la que cuenta el país ya venía muy golpeada. Ahora podría perder alrededor de un cuarto de su producción.
Desde 1989 se habían abandonado las mediciones del Salado
Uno de los factores claves que explican la magnitud del desastre en Santa Fe es la inexistencia de un sistema de mediciones de alturas y caudales sobre el curso del río Salado. Este sistema habría permitido evitar pérdidas de vidas humanas y ahorrar millones de pesos. “En el Salado había un sistema que fue desmontado y abandonado por el gobierno nacional a partir de 1989”, explica Carlos Paoli, director del Centro Regional Litoral del Instituto Nacional del Agua con sede en la ciudad de Santa Fe.
El desarrollo de un sistema moderno de alerta temprana contra inundaciones sobre este río tendría un costo aproximado de 100 mil dólares. “A eso debe agregarse gastos operativos de unos 20 mil dólares anuales”, según Paoli. Ese sistema podría haber servido para conocer con varios días de anticipación la dimensión de la inundación que se avecinaba. Así se podrían haber fortalecido las defensas de la capital provincial o bien posibilitar una evacuación ordenada en los sectores críticos. Paoli también sostuvo que desde hace dos años está trabada en el gobierno nacional una licitación internacional para modernizar e implementar un sistema de alerta sobre toda la cuenca del Plata y gran parte de los ríos de las provincias de Santa Fe, Entre Rios, Chaco, Corrientes y Formosa, con un costo aproximado de tres millones de dólares.
Autor: Alejandro Brittos para Datasantafe
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