martes, 15 de julio de 2003

Quedan 2.755 personas alojadas en 35 centros de evacuados

Carpas, gremios, galpones, iglesias, clubes, estaciones, casas, partidos políticos y hoteles, sirven de alojamiento para los desplazados de la inundación. A 75 días del desastre la respuesta oficial sigue siendo estando detrás de las necesidades.

Hizo falta la mirada de los medios de comunicación para que los organismos del estado provincial y municipal reparen que en los centros de evacuados se sufre de frío. Dos días después que los evacuados del campamento La Florida denunciaran sus padecimientos, la Secretaria de Promoción Comunitaria apareció en el lugar repartiendo estufas.

Esta rápida respuesta puede transmitir la sensación de que la situación está controlada, pero solo se trata de uno de los 35 centros de evacuados que funcionan en la ciudad. El listado oficial de lugares permite comprobar la amplia gama de soluciones ensayadas: existen 3 campamentos con 935 personas, 4 casas particulares, 5 locales gremiales, 2 vecinales, 2 estaciones ferroviarias, 6 galpones, 2 iglesias, 1 escuela, 1 club, 1 hotel y 1 local partidario, junto otras 7 instituciones sociales. No todos estos lugares reciben las raciones de comida caliente contratadas por la provincia. Las condiciones higiénicas y sanitarias son límites, y siete de ellos aún no tienen designado un responsable oficial

Debe recordarse que apenas quince días atrás, la Defensoría del Pueblo elevaba al Comité de Crisis un lapidario informe sobre las condiciones de vida verificadas en los principales centros de evacuados de la ciudad. Para el caso de las instalaciones montadas en el predio de Av. Peñaloza y Castelli, se consignaba que las personas allí alojadas viven en cubículos familiares construidos de material sólido. “Los habitáculos carecen de luz individual. En el galpón subdividido la luz central permanece encendida durante todo el día, provocando trastornos en el sueño de los niños, por cuanto los boxes han sido techados con plástico transparente por donde filtra la luz y el frío”. El informe agregaba que, “en forma urgente deberá garantizarse el derecho de los niños evacuados a la escolaridad”.

En esa oportunidad, desde el gobierno se informaba que 4.628 santafesinos estaban distribuidos en 77 lugares de alojamiento. Hoy la cifra se redujo casi a la mitad, sin que se hayan resuelto las demandas mínimas de habitabilidad de la mayoría de los hogares damnificados. Por este motivo, es razonable preocuparse también por las condiciones de vida de las familias que optaron por regresar a sus barrios. No debe olvidarse que una de las conclusiones del informe de la Defensoria advertía que, “cabrá interpretar la actual realidad de los centros de evacuados como el propósito de comprimir su población en pocos lugares, donde no causen molestias ni obstaculicen otras tareas, persiguiendo que lentamente cada grupo vaya buscando soluciones individuales por fuera de la responsabilidad estatal y una superficial normalización de la comunidad santafesina”

Autor: Pablo Bosch para Datasantafe

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